Enfermedades Cardiovasculares

Por: Ángeles Aguilar Villegas

1. ¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos que afectan el corazón y/o los vasos sanguíneos. (Organización mundial de la salud, 2015). Hay distintos tipos de enfermedades cardiovasculares:

1.1. Cardiopatía coronaria: el tipo más común de enfermedad cardíaca, es cuando se acumula placa en las arterias que conducen al corazón. También se llama arteriopatía coronaria. Cuando se estrechan las arterias, el corazón no puede recibir suficiente sangre y oxígeno. Una arteria bloqueada puede causar un ataque cardíaco.

1.2. Insuficiencia cardíaca: ocurre cuando el miocardio se vuelve rígido o débil. No puede bombear suficiente sangre oxigenada, lo cual causa síntomas en todo el cuerpo. La enfermedad puede afectar el lado derecho o el lado izquierdo del corazón. La hipertensión arterial y la arteriopatía coronaria son causas comunes de la insuficiencia cardíaca.

1.3. Arritmias: son problemas con la frecuencia cardíaca (pulso) o el ritmo cardíaco. Esto ocurre cuando el sistema eléctrico del corazón no funciona correctamente. El corazón puede palpitar demasiado rápido, demasiado lento o en forma irregular.

1.4. Enfermedades de las válvulas cardíacas: ocurren cuando una de las cuatro válvulas en el corazón no funciona correctamente. La sangre puede escaparse a través de la válvula en la dirección equivocada o es posible que una válvula no se abra lo suficiente y bloquee el flujo sanguíneo.

1.5. Arteriopatía periférica: ocurre cuando las arterias de las piernas y los pies se estrechan debido a la acumulación de placa. Las arterias estrechas reducen o bloquean el flujo sanguíneo. Cuando la sangre y el oxígeno no pueden llegar a las piernas, esto puede lesionar los nervios y tejidos.

1.6. Presión arterial alta (hipertensión): es una enfermedad cardiovascular que puede conducir a otros problemas tales como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.

1.7. Accidente cerebrovascular: es causado por la falta de flujo sanguíneo al cerebro. Esto puede suceder debido a un coágulo de sangre que viaja a los vasos sanguíneos en el cerebro o un sangrado en el cerebro.

1.8. Cardiopatía congénita: es un problema con la estructura y funcionamiento del corazón que está presente al nacer. Este término puede describir muchos problemas diferentes que afectan el corazón. Es el tipo más común de anomalía congénita. 

FACTORES DE RIESGO

Un factor de riesgo es cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión. Un número reducido de factores de riesgo contribuye de manera sustancial con la morbimortalidad de las enfermedades. Contar con un sistema de información válido y confiable sobre la prevalencia y tendencias de factores de riesgo es vital para el diseño y monitoreo de políticas de promoción de la salud y prevención orientadas a su control. Existen factores de riesgo no modificables, los cuales son intrínsecos de las personas, y los modificables, los cuales podemos cambiar mediante alguna intervención para evitar que influyan negativamente sobre nuestra salud. Cabe tener en cuenta que dentro de estos últimos encontramos la alimentación y la actividad física (los cuales serán abordados más adelante), que son determinantes en el desarrollo de la obesidad, que es un factor desencadenante de otros factores de riesgo mayores, denominados fisiológicos, tales como la diabetes, el nivel de colesterol sanguíneo y la hipertensión arterial. (INTA, 2015). 

1. Factores de riesgo no modificables

Dentro de estos factores de riesgo encontramos la edad, sexo y la herencia. La edad provoca que el sufrir una enfermedad cardiovascular aumente, lo que se refleja en que aproximadamente cuatro de cada cinco personas que fallecen a causa de enfermedad coronaria, son mayores de 65 años. Los hombres mayores de 45 años y las mujeres después de la menopausia aumentan su riesgo cardiovascular. Los hombres tienen un mayor riesgo cardiovascular. Las mujeres por lo general no se ven afectadas por esta enfermedad hasta después de la menopausia, lo que se atribuye a una disminución en los niveles de estrógenos y a un aumento de los lípidos en la sangre. Muchas veces las personas con antecedentes familiares de un infarto o una enfermedad cerebrovascular en familiares directos (padre, madre, hermanos), tienen un riesgo aumentado de tener a su vez una enfermedad cardiovascular. Esto se refleja en un aumento del riesgo de sufrir enfermedad coronaria cuando un familiar directo, hombre menor de 55 años o mujer menor de 65 años, ha fallecido por la causa o ha sufrido un infarto. En estos casos es imperativo evitar conductas de riesgo y así prevenir que se manifieste la susceptibilidad genética.

2. Factores de riesgo modificables:

Dentro de estos factores modificables encontramos el tabaquismo, el alcoholismo y enfermedades como diabetes, y otras asociadas a la presión arterial como la hipercalcemia y la hipertensión, y otros factores asociados al estilo de vida, como el sedentarismo y la obesidad, estos factores se pueden adquirir con el tiempo y pueden ser modificados. Los fumadores tienen un riesgo 2 veces mayor de morir por enfermedad coronaria que los no fumadores. En las mujeres que fuman y además usan anticonceptivos orales, el riesgo de 4 accidentes cardiovasculares aumenta casi tres veces, también, el consumo excesivo de alcohol se asocia a un mayor riesgo cardiovascular y de otras enfermedades o riesgos de la salud. Existe evidencia que el consumo moderado (1 vaso de vino u otra bebida alcohólica en la mujer y hasta dos vasos en el hombre) tiene un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, se ha demostrado que las personas con diabetes tienen un riesgo cardiovascular denominado máximo, equivalente a aquellas personas que han tenido un infarto al miocardio. 

Hipercolesterolemia: Un nivel de colesterol total ≥200 mg/dL se asocia a un mayor riesgo cardiovascular. Una alimentación baja en grasas saturadas y colesterol contribuye a mantener los niveles normales y así reducir el riesgo cardiovascular. El colesterol elevado en la sangre causa un aumento en la cantidad de placa en las arterias y la enfermedad de las arterias coronarias.

Hipertensión: Se considera una presión arterial normal niveles <130/85 mm Hg. El riesgo aumenta a medida que aumentan los valores de presión arterial, considerándose con hipertensión valores ≥140/90 mm Hg. La presión alta causa que su corazón se esfuerce más, contribuye a bloquear las arterias y aumenta la frecuencia de padecer de angina de pecho (un dolor de pecho causado por la falta de oxígeno en el corazón) como también el riesgo de ataques cardíacos y cerebrovasculares.

Obesidad: El sobrepeso, un índice de masa corporal (IMC) ≥ 25 aumenta el riesgo de diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión y de enfermedades al corazón.

Sedentarismo: Existe una relación inversa y lineal entre actividad física y la incidencia y mortalidad por todas las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad coronaria. Además la actividad física reduce el riesgo de enfermedad cerebrovascular a través de una reducción en el nivel de presión arterial. 

Conociendo cada uno de los factores de riesgo podemos hacer referencia a un estudio realizado por el departamento de nutrición de la facultad de medicina de la Universidad de Chile, publicado en la revista médica de Chile, en el cual se hicieron investigaciones a una determinada población de adultos jóvenes con el fin de analizarla prevalencia de los factores de riesgo, especialmente la distribución y proporción de la población según el número de factores de riesgo y sexo (Rev. méd. de Chile, 2003). La mayoría de la población de estudiada tenía entre uno y dos factores de riesgo, una menor proporción presentaba tres o cuatro de ellos (observándose un mayor porcentaje en mujeres), mientras que sólo 24,1% no tenía factores de riesgo cardiovascular siendo que en los hombres esta frecuencia fue significativamente mayor.

PREVENCIÓN

1. Prevención primaria de enfermedades cardiovasculares.

La prevención primera es aquella que se lleva a cabo en personas sanas, es la principal herramienta que tenemos para reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares en la población general. Estas medidas empiezan en la niñez, con la adquisición de hábitos saludables de alimentación y actividad física, evitando hábitos nocivos tales como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol (INTA, 2015).

1.1. Alimentación: Preferir las carnes blancas y lácteos con bajos contenidos de grasa. Aumentar el consumo de frutas y vegetales por su contenido de fibra y antioxidantes. Preferir hidratos de carbono complejos como las legumbres. Disminuir ingesta de sodio y evitar alimentos procesados ricos en sodio. Por último, consumir muy poca cantidad de alimentos de origen animal por su contenido de grasas saturadas y colesterol.

1.2. Actividad física: La actividad física constante contribuye a controlar el peso, reducir hipertensión, y ejerce un efecto favorable en el perfil lipídico y en el riesgo cardiovascular futuro. Se recomienda mínimo 30 minutos de actividad física a una intensidad moderada. 

1.3. Tabaquismo: E l objetivo es lograr que los niños y adolescentes no fumen y que los fumadores dejen de fumar. Al año de dejar de fumar, el riesgo se reduce a la mitad y al cabo de 15 años de abstinencia el riesgo es semejante al individuo que nunca ha fumado.

1.4. Alcohol: Si es bien se ha demostrado que el consumo moderado de alcohol es favorable para la salud, es fácil que en la sociedad se produzca un consumo excesivo, y es a esto el enfoque promocional, que se beba con responsabilidad. 

2. Prevención secundaria en enfermedades cardiovasculares. 

La prevención secundaria es aquella que se lleva a cabo en personas que ya están afectas por la enfermedad cardiovascular, esto es, que han sufrido un infarto de miocardio, un ictus, etc. (Msssi. Gob. España, 2007). Es fundamental la implicación y responsabilidad en el control de la enfermedad de las personas con una enfermedad cardiovascular siguiendo las recomendaciones de tratamiento planteadas por el profesional médico. El tratamiento farmacológico representa sólo una parte del tratamiento que debe seguir para el buen control de su enfermedad, y debe necesariamente incorporar y adoptar estilos y hábitos de vida saludables (tal como se señaló  anteriormente en prevención primaria). El mejor tratamiento para las enfermedades cardiovasculares es la prevención. Existen varios factores de riesgo que aumentan su probabilidad de tener un accidente cerebrovascular como son la presión arterial alta, enfermedades o problemas cardiacos (del corazón), diabetes colesterol y fumar. Ponerlos bajo control y continuar controlándolos reducirá en gran medida sus probabilidades de sufrir un ataque cerebral o padecer una enfermedad cardiovascular.

CONCLUSIÓN

Las enfermedades cardiovasculares, retomando lo que se dijo en un principio, son la primera causa de muerte en nuestro país. Estas enfermedades de las cuales nadie está libre, como se vio en los factores de riesgo, las enfermedades cardiovasculares prevalecen en muchas situaciones cotidianas y que lamentablemente, comienza con hábitos desde la niñez, ya sean modificables, o no modificables, a lo cual debemos enfocarnos en revertir algunas de las conductas que nos llevarían a padecer de estas enfermedades Realmente la sociedad juvenil de hoy en día, no piensa en las consecuencias que traerán sus actos en el día de mañana, no comprenden que el beber alcohol en exceso es realmente perjudicial para la salud, que el tabaco no sólo causa un cáncer al pulmón, si no que genera daños para una amplia gama de enfermedades, que el no hacer actividad física se ha transformado en otra problemática, los jóvenes e incluso niños prefieren quedarse en casa a jugar con el computador, consolas, etc. Antes que salir a distraerse y hacer deportes, interactuar con más jóvenes. Ante la problemática del principio, nada puede ayudarnos más que atacar las enfermedades directamente a sus raíces, es decir, prevenirlas y no dejar que ocurran. La prevención es clave para disminuir la prevalencia de los factores de riesgo que inciden en esto. La promoción en educación desde la infancia por un equipo multidisciplinario de salud, como lo es un nutricionista ante hábitos alimenticios no sólo en el niño, sino también en la familia por completo, un psicólogo que puede ayudar en adicciones durante la juventud que pueden generar el alcohol y el tabaco, y así mucho más con cada profesional de salud. Nosotros como futuros enfermeros, que comprendemos a las personas como seres bio-psico-sociales, debemos enfocarnos principalmente en la promoción y prevención de estas enfermedades, además de cuidar a nuestros pacientes afectados. No podemos dejar que aumenten las tazas de mortalidad en la sociedad chilena a causa de esta enfermedad que tiene tanto campo para ser abordada y prevenirla, por ello nos concierne este trabajo en su totalidad, no sólo para informar a la sociedad, sino también para que cada vez más nuestra conciencia como futuros profesionales, se amplíe y podamos generar cambios, convertir una población afectada en una población más saludable, e incluso partiendo por nosotros mismos. En Chile, según el Minsal, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte, con un 30% del total de los fallecidos, y significa la tercera causa de invalidez. A nivel mundial, se estima que lo será para el año 2020. Estas cifras nos deben incitar a cuidarnos cada vez más y reducirlas, cuidar nuestro entorno, cuidar nuestras familias, no dejar que una enfermedad, como la que hemos dado a conocer, puede ser prevenida con tanta facilidad, acabe con nuestras vidas.


Referencias

- Instituto nacional de estadísticas, I. (2000). Anuario de demografia.

- INTA. (2015). Instituto de nutrición y tecnologia de los alimentos. Obtenido de Universidad de chile: https://www.inta.cl/material_educativo/cd/4Cardio.pdf

- Msssi. Gob. España. (2007). Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad. Obtenido deGobierno de España: https://www.msssi.gob.es/campannas/campanas07/cardiovascular4.htm

- Organización mundial de la salud. (2015). Obtenido de https://www.who.int/cardiovascular_diseases/about_cvd/es/

- Rev. méd. de Chile. (Septiembre de 2003). Scielo. Obtenido de Factores de riesgo de  enfermedad cardiovascular en adultos jóvenes: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872003000900002#4

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